Aristóteles

Todas las ideas que se formaron despues de Platón fueron eclipsadas por Aristóteles (384-321), natural de Estagira. Este discípulo de Platón, que abrió su escuela en el Liceo, fue de todos los filósofos griegos el que adquirió mayor celebridad y el único que consiguió sobrevivir por muchos siglos y reinar sin rival en todas las universidades de Europa hasta el siglo pasado.

Aristóteles, siguiendo la doctrina de su maestro, y fundándose en sus mismos principios con frecuencia, hizo de sus sistema una protesta contra las tendencias siempre idealistas de Platón. Este no había visto en el mundo más que ideas: Aristóteles, partiendo del examen de la naturaleza, introduce al lado de la idea la formalidad, la realidad sensible y la experiencia. A la tendencia panteísta de Platón opone el individualismo, a la unidad, la distinción entre lo especulativo y lo real. De aquí se sigue que Aristóteles modificó la doctrina de Platón para hacerla aplicable, buscó el justo medio entre la teoría y la práctica; creó por decirlo así, lo que, considerado aquel estado de filosofía, podemos llamar idealismo experimental y práctico; y en vez de hacer de la filosofía la ciencia de las ideas, hizo la ciencia de las causas últimas y generales de todo lo que existe, la ciencia de los fines. La filosofía contiene las razones generales, que existen por si mismas en el mundo como leyes universales y en el entendimiento como ideas innatas: las razones particulares las adquirimos por los sentidos y la experiencia.. De aquí proviene la distinción individual. Así, para Platón la realidad es la imagen de la idea preexistente; para Aristóteles la idea es el reflejo de la realidad.

El fundamento de la doctrina de Aristóteles respecto del conocimiento es que nada hay en el entendimiento que no haya estado antes en los sentidos, frase que, exagerada en su significación literal, fue la base del sensualismo. Aritóteles sin embargo, no era sensualista; huyó de este defecto considerando el entendimiento como un sentido general y dando a la frase que hemos citado una interpretación en que se consideraba mas bien el orden en el tiempo de las sensaciones y de las ideas que una verdadera generación.

Con esta misma máxima, el filosofo estagirita establecía ya algo real; por lo menos lo que nos enseñaban los sentidos, fundando así el conocimiento de la naturaleza en al experiencia, por la cual adquirimos las ideas de infinito y finito, de espacio y de tiempo, la causa y efecto , pasando siempre del conocimiento inmediato, que nos enseña lo particular, al mediato que, por medio del raciocinio, nos enseña lo universal.

El movimiento , dice este filósofo, es eterno, sin principio ni fin; está producido por una causa, eficiente que debe residir en un ser vivo y eterno, el movimiento, como todo en el mundo, tiene un fin que no puede ser mas que el bien. De este modo Aritóteles llega a la teología por la Física, y adquiere la concepción de dios observando el mundo en su materia, su forma, su movimiento y la causa que lo produce.
El mundo está constituido por materia, pero ¿qué es la materia? Una sustancia virtual que existe desde la eternidad, que no tiene por si misma ninguna cualidad distinta, que necesita un principio formador que las diferencie en los seres y los objetos individuales, y que la imprima un fin.

El movimiento es el principio que une la materia y la forma, principio también de distinción; es el poder en acción y por tanto eterno como la materia. El movimiento exige además un primer motor, que es Dios.

Pero este Dios no es para Aristóteles; en realidad, más que la razón del Universo, de inteligencia infinita, cuya acción no desciende a las causas particulares y a las relaciones individuales.
Dios es pues el principio del movimiento; pero en todo el movimiento hay que distinguir tres cosas: lo que se mueve, la fuerza motriz, el principio o motor inmóvil, causa del movimiento. Lo que se mueve es el mundo, el principio inmóvil o causa primera es Dios; y las fuerzas motrices son el primer cielo, intermedio entre Dios y el Mundo. La causa final de este mismo movimiento es el mismo Dios.
Para comprender bien el Dios de Aristóteles es preciso tener en cuenta que; subordinado todo en el mundo a una serie progresiva de causas, y teniendo por objeto la filosofía el estudio de las primeras y más elevadas, necesariamente habría de admitirse una superior a todas las demás. Esta causa es Dios.

Este es un resumen de toda la parte útil de la doctrina de Aristóteles, respecto del mundo y de las relaciones entre Dios y el Universo. De ella se deduce que el filosofo de Estatagira, a pesar de participar de algunos errores, comunes a todos lo griegos, se formó de estas relaciones del ser supremo y el mundo una idea bastante exacta. Aristóteles no tuvo grandeza de Sócrates, ni la elevación de Platón, pero profundizó mucho más el conocimiento filosófico de los cuerpos y de la materia, y dio a sus doctrina el carácter de ciencia, que hasta entonces puede decirse era casi desconocido en los demás sistemas filosóficos.
Estableció un criterio aunque individual; sentó los fundamentos de la lógica y dio el mayor paso en el conocimiento de las leyes internas de la razón, distinguió las ciencias teóricas de las experimentales y pretendió dar a estas últimas principio racionales.



BIBLIOTECA UNIVERSAL Colección de los Mejores Autores Antiguos y Modernos, Nacionales y Extranjeros. Tomo LXX .
EL UNIVERSO EN LA CIENCIA ANTIGUA por D. Felipe Picatoste
ED. Madrid, librería y casa editorial Hernando (S.A) Año 1925

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