Guía para una comprensión del modelo semiótico de Charles S. Peirce


1- Tríada fenomenológica: Primeridad, segundidad, terceridad



La primeridad es el orden de lo posible, como una vaga imagen olfativa o táctil que no podemos aún precisar, sin más determinación que cierta sensación o cualidad indefinible. (...) La segundidad es del orden de lo concretamente existente, de lo que efectivamente es, y que, por ende, ofrece resistencia. Frente a cualquier manifestación de segundidad surge una reacción, como le ocurre al niño, cuando en un momento dado reconoce al otro que es su madre, y no una parte difusa de sí mismo.

Por fin la terceridad es el del orden de lo que sería o se daría siempre que se cumplan ciertas condiciones. Tiene que ver con lo general, con la ley.



Un signo necesita, según Peirce, una forma sensible (representamen), pero ésta siempre está habilitada a significar muchas cosas, hasta que no sea definida, especificada por una referencia dada (objeto). Un sobretodo largo, oscuro y clásico, en esta época, visto en un joven puede ser un look moderno, descuidado y ligeramente “subte” o punk; el mismo sobretodo en un adulto o en una anciano, sin duda significaría algo muy diferente. Primeridad es considerar esta vestimenta antes de que sea efectivamente usada por nadie, antes de pasar a designar modernidad, tradicionalismo o un guardarropa de escasos recursos. El proceso en la vida cotidiana es el siguiente: alguien, joven o viejo, moderno o conservador, piensa en vestirse. Cualquier cosa que se ponga va a estar en lugar de ese pre concepto histórico e ideológico, “el vestirse”, pero el espacio de duda sobre cómo hacerlo, si para impactar, para no llamar la atención, para dar lástima, etc, eso constituye el rasgo vago de la primeridad. LA primeridad es el amplísimo abanico de “fundamentos” (Nota de Schutz: véase más abajo sobre el ground o fundamento) con los cuales satisfacer la representación del objeto “vestirse” o “ponerse algo” en una comunidad dada. Segundidad, en ese ejemplo, es la utilización concreta, por alguien en algún momento y lugar, de esta clase de ropa. Su uso por una persona con una edad concreta, física o biológica, con un propósito dado y entendido (o malentendido) por los demás, vuelve la mera posibilidad en concreción del objeto semiótico. (...) Por último, el interpretante (la terceridad) es la voz del Otro, de la comunidad sobre la cual se supone que el signo tendrá un efecto semiótico, el sentido atribuido. Todo sentido es consentido, es de naturaleza consensual (N, de S: Véase más abajo sobre Interpretante final). Desde el otro llega el efecto legitimante (...)


Fernando Andacht, Signos reales del Uruguay Imaginario, Trilce, Montevideo, 1992, ps, 148 y 149



2. Tríada semiósica o faneroscopía: objeto, signo (representamen), interpretante



“Por semiosis entiendo una acción, una influencia que sea, o suponga, una cooperación de tres sujetos, como por ejemplo, un signo, su objeto y su interpretante, influencia trirelativa que en ningún caso puede abarcar en una acción entre parejas. “ (N. de S: Los tres términos invocados son entidades semióticas abstractas y no sujetos materiales).




Collected Papers 5.484, citado por Umberto Eco

en Tratado de Semiótica General, lumen, 5a. de., Barcelona, 2000, p. 3






Primeridad


Signo o representamen
Objeto (segundidad)

 Interpretante (terceridad)



La semiosis queda representada por el virtual punto de confluencia en relación triádica





“Somos testigos de un proceso semiósico cuando (i) un objeto dado o estado del mundo (en términos de Peirce, el Objeto Dinámico) (ii) es representado por un representamen y (iii) el significado de este representamen, en otro representamen (en términos de Peirce, el Objeto Inmediato) puede traducirse en un interpretante, es decir, en otro representamen”. Umberto Eco, Los Límites de la Interpretación, Lumen, Barcelona, 1992, p. 240





En otras palabras, se produce un fenómeno semiósico cuando dentro de un contexto cultural determinado, un cierto objeto puede representarse con el término rosa y el término rosa puede ser interpretado por flor roja, o por imagen de una rosa, o por toda una historia que cuenta cómo se cultivan las rosas. (Ibid, p. 241)





2. 1 Objeto





“ Un signo tiene por su objeto algún fragmento de la historia, es decir, de la historia de las ideas. Éste debe estimular alguna idea...” (;S. 849, 1911, citado por Andacht en Signos reales..., pa. 145)



El objeto no es la cosa en si, sino el saber previo o preconcepto del que todo sujeto está provisto para poder ejercer la significación. (Ibid, P. 145).



Objeto: Todo lo que en el entorno humano, concreto o abstracto, real o ficticio, es semiotizable, es decir comunicable a través de un medio sígnico. LA semiótica no niega la realidad del mundo, sólo estipula que para vincularme con ella ésta debe metabolizarse en signos, sólo así el mundo accede a la experiencia humana. (Ibid. P 158).



2. 1. 1 Objeto dinámico y Objeto inmediato





Un refinamiento que introduce Peirce en esta caracterización postula la existencia de un objeto real o dinámico y de un objeto inmediato o interno. El objeto dinámico es el que determina el signo, el da comienzo al proceso de semiosis, pero permanece afuera de él, es independiente del signo. El lo que es como es, más allá de la opinión o concepción que ni yo ni otros pueden tener de él.



El objeto inmediato, en cambio, es el mundo tal como lo representa el signo. No importa que me refiera a esta máquina con la que escribo ahora, a una abstracción sociopolítica como la “democracia” o una ficción literaria, como “El Quijote”, cuando estos elementos del mundo entran a formas parte de un acto de semiosis, constituyen su objeto inmediato. (Andacht, op. Cit. ps. 145 y 146).



El Objeto Dinámico puede ser también un objeto ideal o imaginario o un estado del mundo meramente posible. Cuando se lo representa puede estar, y normalmente lo está, fuera del alcance de nuestra percepción.. (Eco, Los límites..., p. 240).



Para ampliar sobre Oi u Od, y dar con un esquema gráfico ilustrativo, cfr. Fernando Andacht, “Semiosis, diseño y deseo”, en Entre signos de asombro, Montevideo, Trilce, 1993.





2 .2 Signo o representamen



“Signo es algo que está en lugar de otro algo, para alguien, en un cierto aspecto o capacidad” (N. de S. véase más abajo sobre el desarrollo de ese “cierto aspecto o capacidad llamado ground).



El representamen es un expresión material como una palabra o cualquier otro signo, o mejor aún, es el tipo general de muchas ocurrencias que se pueden producir a partir de ese signo. (Eco, Los límites..., p 240).



2. 1 El ground como aspecto (fundamento) del representamen

“ El signo está en lugar de algo, su objeto. Representa aquel objeto, no en todos sus aspectos, sino en referencia a una especie de idea que a veces he llamado fundamento (ground) del representamen”. ( 2.228, citado por Andacht en Signos reales..., p. 150).



Imposible metabolizar semioticamente en ningún signo, por enciclopédico y vasto que, éste sea, todo lo virtualmente comunicable del objeto. Para poder funcionar, el signo o representamen debe hacer su mediación desde alguna especie de “idea” o “fundamento” . Así el “fundamento” de Peirce sería el conjunto ilimitado de posibles dimensiones a comunicar respecto al objeto, todas las perspectivas que pueden, idealmente, ofrecerse sobre el mundo. Luego, gracias a la determinación que introduce el objeto con su segundidad, será inevitablemente uno y sólo uno el aspecto efectivamente semiotizado, en un acto concreto de semiosis. (ibid, p. 150).


Fundamento: Coincide con la categoría de la primeridad, es decir, lo que es posible, la pura cualidad sin ninguna definición. En el signo triádico corresponde a uno de los posibles y numerosísimos, por no decir infinitos, aspectos del objeto que el representamen va a presentar a la comunidad. (Ibid, p. 157).


2.3 Interpretante y semiosis ilimitada


“Interpretar significa reaccionar ante el texto del mundo o ante el mundo de un texto produciendo otros textos. (Eco, Los límites de la interpretación; p. 357).



“El interpretante puede ser una paráfrasis, una inferencia, un signo equivalente que pertenece a un sistema de signos diferentes, todo un discurso, etc. (Ibid, p. 241)”.



“El significado de una representación no puede ser más que otra representación. En efecto, no es más que la propia representación que se ve despojada de todo revestimiento irrelevante. Pero este revestimiento nunca puede eliminarse completamente. Sólo se cambia por algo más diáfano. Hay una regresión infinita. En fin, el interpretante no es otra cosa representación a la que se confía la antorcha de la verdad; y como representación, a su vez tiene su interpretante. Y así tenemos otra serie infinita. (1.339, citado por Eco en signo, p. 1649)



“Un signo es algo que, al conocerlo, nos hace conocer algo más” (C.P: 8.332) (...) Conocer más (en el sentido de Peirce) significa que, en el paso de un interpretante a otro, el signo recibe siempre mayores determinaciones (...) Procediendo en la semiosis infinita, la interpretación se acerca, aunque de manera asintomática, al interpretante lógico final y, en cierto estadio del proceso interpretativo, tenemos un conocimiento mayor del contenido del representamen que había originado la cadena interpretativa” (Eco, Los límites..., p. 359).


Interpretante como mediador/traductor



El interpretante es una regla de traducción correspondiente a la relación del signo y su objeto. (James Jakób Lizka, determinación)



La significación y la representación no quedan agotadas por el simple dúo del signo y del objeto, sino que involucran la participación de un tercer factor – en su forma más abarcadora un proceso regado por reglas que crea una rejilla a través de la cual cualquier signo perteneciente a su sistema va a referir y significar”. James Jalob Liszka, citado por Andacht, Signos reales..., p. 146)



Tal representación mediadora puede llamarse interpretante, el que dice que un extranjero dice lo mismo que él mismo dice”. (1.554, citado por Andacht, Signos reales..., p. 146).



Yo tengo en mimemoria, para cada expresión que conozco (por ejemplo, una palabra, una imagen, un algoritmo, incluso determinados sonidos musicales), una lista de instrucciones. Estas instrucciones me dicen cómo interpretar esa expresión en relación con una serie de contextos. Llamo interpretantes a todas las interpretaciones que puedo dar como reacción a una expresión determinada. (Eco, Los límites..., P. 338. Este pertenece a un artículo ficcional en el que un presunto ordenador llamado Charles Sanders Peirce. (CSP) conversa con el Dr. Smith, del Dpt. Of Cognitive Sciencres, Svalbards University).




El interpretante final

(...) a largo plazo el proceso de la semiosis da lugar a una noción socialmente compartida de aquello a lo que la comunidad reconoce la cualidad de ser verdadero. El significado trascendental no está en el origen del proceso sino que debe postularse como un fin posible y transitorio de cada proceso”. (Eco, Los Límites... p. 370-)



Notas



1- Lo anterior explica por qué Peirce también llama al interpretante final “hábito”.

2- En algunas definiciones, lo que aparece como interpretante final es designado también objeto, posiblemente aludiendo al Objeto Dinámico. Con todo, preferiremos la idea de interpretante final, como último eslabón, provisional, establecido por el consenso de una comunidad, para determinado signo.

















Entradas populares de este blog

Análisis retórico del diseño gráfico

Los componentes de la estructura del Lenguaje Publicitario elaborado por R. Barthes y su vinculación con las Funciones del Lenguaje desde la perspectiva de Klaus Bochman

Tipos de signos según Charles S. Peirce